CONSEJOS PARA ESTUDIANTES DE FISIOTERAPIA

Por estas fechas muchos estudiantes estarán por comenzar las clases del primer curso de la carrera de Fisioterapia. Otros ya la habrán empezado la carrera en años anteriores y les tocará ahora iniciar otro curso académico, con asignaturas y retos nuevos. Es excelente  aportar algunas recomendaciones que tal vez les puedan ser de utilidad. Estos son los 5 pasos para poder llegar al éxito de tener una buena decisión:

1.- ¿Por qué estudias Fisioterapia?

Lo primero es tenerlo claro. Yo tengo claro que me gustaba mucho la carrera, me sigue gustando cada día más y, si volviera al pasado y tuviera que elegir de nuevo -en aquel momento y aquellas circunstancias-, es muy probable que volviera a estudiarla.

2.- No esperes a que se inicien las clases: estudia al menos lee lo que puedas

Pide apuntes a alumnos de otros años, lee la bibliografía recomendada de las asignaturas que vas a estudiar, busca información… Es cierto que hay muchas asignaturas que necesitan práctica o explicaciones detalladas para llegar a entenderlas, pero hay otras que son así y punto.

Por ejemplo, Anatomía y kinesiología: Nunca es pronto para empezar a visualizar las estructuras del cuerpo humano y aprenderse algunos nombres y localizaciones. Esto te va a hacer falta siempre, así que, mientras antes empieces, mejor. 

3) Idiomas: han pasado de ser útiles a imprescindibles.

En cuanto empieces a indagar un poco, encontrarás que muchos de los mejores libros y, sobre todo, los artículos más novedosos, no están disponibles en español. El idioma habitual suele ser inglés, por lo que, si no lo dominas, no tardes en empezar.

Además, dependiendo de la zona donde termines trabajando, no será raro encontrarte con pacientes extranjeros, con lo cual no vas a poder hacer tu trabajo si no te entiendes con ellos.

Actualmente suele haber bastantes ofertas de empleo para países extranjeros, así que no es mala idea dedicarle tiempo a este idioma.

4) Practica como si tu vida dependiera de ello 

En nuestra profesión, lo que mejor se recuerda es lo que se practica: si practicas poco, recordarás poco. La práctica  no solo sirve para aumentar la destreza, sino para ver cómo es el trabajo en la situación real y poder ver un sentido a la unión entre la teoría y el desarrollo de la profesión.

5) Especialízate, pero huye de farsantes.

Actualmente no existe como tal la especialización en fisioterapia.  Lo que sí existen son cursos, posgrados, masters y otros estudios complementarios para aumentar la formación que se recibe en la Universidad y encauzarla hacia una práctica más concreta: deportistas, personas mayores, neurología, traumatología…

El problema que yo veo es que cualquiera puede organizar un curso sobre cualquier cosa, cobrar por ello y darte un diploma. Muchas veces los cursos se mueven por modas: que a la gente le gusta el Pilates, pues todos los cursos de Pilates.

Mi consejo es informarse muy bien sobre qué cursos o estudios complementarios merecen realmente la pena. El diploma lo vas a colgar en la pared (o más probablemente a dejar olvidado en un cajón), pero los conocimientos los vas a tener para siempre. Para informarte puedes preguntar a compañeros, al organizador del curso o buscar información en asociaciones  donde te puedan recomendar con criterio si en realidad son avalados y con estudios de investigación que avalen las técnicas.

6) ¿No eres masajista? Pues no te ofendas: explica.

Hay una controversia muy fuerte que no termina: ¡los fisioterapeutas no somos masajistas! ¿Quieres que te conozcan por algo más? Explica. A mí no me ofende que me digan masajista, o médico, o panadero: simplemente es que no soy ninguna de esas cosas. A la persona que me lo dice se lo explico, y punto. No es culpa de la población no saber a qué nos dedicamos, es culpa nuestra que no se lo contamos y le vendemos otra cosa. Siéntate 5 o 10 minutos y prepárate un mini discurso para cada vez que alguien te pregunte si eres masajista o a qué se dedica un fisioterapeuta. Contra la ignorancia de nuestros campos de actuación, menos indignarnos y más preocuparnos por darnos a conocer.

 Estos son nuestros consejos para ser un excelente fisioterapeuta.