¿Por qué es importante la conmemoración del Día de las Mujeres?

Más que una opinión, el presente artículo quiere agradecer en forma anecdótica la trascendencia que el sexo femenino ha tenido para un servidor, y no solo durante el mes de marzo que se conmemora el día internacional de la mujer, sino todo todos los días, todas las semanas, todos los meses, todo el año.

Alguna vez, escuché decir algo sobre mi apellido, que los que nos apellidamos De la Rosa somos muy coquetos y enamoradizos, no lo quería aceptar, pero creo que están en lo cierto.

Recuerdo enamorarme a primera vista de un ser hermoso, ese ser que me llevó en su vientre durante 9 meses, ese ser, que muchas veces, dejo de hacer cosas para convertirme en su prioridad, ese hermoso ser que me cuidó, me alimentó y me protegió en cada momento. Y que a pesar de que ya han pasado muchos años, sigue estando al pendiente de mí, preguntando si estoy bien, si he estado comiendo o, simplemente, preguntándome como me fue en el día.

Luego me enamoré de mi compañera de travesuras, aquella que lograba que mis tardes fueran amenas: jugando a la comidita, a la casita, a las escondidas, a las atrapadas o acompañándome a ver la tele con unos emparedados y jarra de agua de fruta.

En mi etapa escolar, me enamore de mi maestra y quien no lo haría, con su paciencia y dedicación para enseñar, haciéndonos sentir como si estuviéramos en casa, estando al pendiente de nosotros en el recreo, apoyándonos en las actividades diarias y cuidándonos a la hora de tener algún percance en el colegio. Muchas veces se convertían en nuestra segunda mamá.

De igual manera, es difícil transcurrir la etapa escolar sin enamorarse de una amiga y no cualquier amiga, sino aquella que te brindaba consejos para todo lo que te pasaba, aquella que te ofrecía su hombro cuando querías llorar sobre un mal de amores, aquella que dejaba de hacer sus cosas para poder ponerte atención requerida.

En la universidad me enamoré de la persona que se convertiría en la madre de mi hija, aquella hermosa mujer que me diera su amor y que me convertiría primero en esposo y, posteriormente en padre, cambiando con ello la forma de ver la vida.

Cuando nació mi hija me enamoré al saber que había una linda personita que llevaba mi sangre, que me hizo comprender el por qué nuestros hijos se vuelven nuestra prioridad. Esa princesita que se convertiría en el motor y combustible para ser mejor cada día.

No se me viene a la mente un recuerdo más lindo compartido con una mujer, como el de dormir recargado en sus piernas o recostado en su pecho, escuchando sus latidos, oliendo el aroma de su piel, recibiendo el calor de su cuerpo, sintiendo paz y tranquilidad, permitiendo olvidarme de todos mis problemas, aunque sea por unos instantes.

Cómo no enamorarse de las mujeres que han formado parte de nuestras vidas, cómo no enamorarse de las mujeres que hoy en día se han convertido en algo esencial para nosotros, para nuestros seres queridos y por qué no decirlo, para la sociedad, el país y el mundo.

Mujeres luchadoras que se despiertan temprano para cumplir con su responsabilidad como Abuela, Madre, Hermana, Tía, Prima, Esposa, Hija o Amiga.

Mujeres que se han convertido en padre y madre, siendo el único sostén de la casa, mujeres que salen a trabajar de sol a sol para brindar a su familia una mejor calidad de vida.

Mujeres que a pesar de su estado físico o mental, tienen el tiempo para escucharnos y brindarnos una sonrisa, un consejo, una caricia, para alegrar nuestros días, sin importar  lo que ellas estén sintiendo en ese momento.

Mujeres comprometidas, primero con ellas mismas y luego con sus seres amados, mujeres que muchas veces dan todo sin pedir nada a cambio.

Mujeres que cuidan a sus hijos a capa y espada para evitar que ellos sufran y, con ello, poder tener una bonita niñez y, sobre todo, un futuro mejor.

Mujeres triunfadoras en todo lo que se proponen, llámese estudios, deportes, trabajos o, simplemente, en cualquier actividad donde ellas estén presentes. Siempre se destacan por dar más del 100 por ciento.

Mujeres empresarias que han demostrado la importancia de la mujer en el entorno económico, destacando su iniciativa, motivación, pero sobre todo el liderazgo que ejercen en este ámbito. Mujeres empoderadas e independientes.

Gracias por ser nuestra compañera.

Gracias por ser nuestra amiga.

Gracias por ser nuestra confidente.

Gracias por cuidarnos en cada momento.

Gracias por ser la persona más importante para nosotros.

José Alberto de la Rosa Ramos

Decano Académico